El salto vertical es uno de los mejores indicadores de potencia en el deporte. En el fútbol, los receptores abiertos necesitan un buen salto vertical para realizar pases de balón en salto cuando se enfrentan a un defensor. Los jugadores de voleibol necesitan saltos verticales para realizar bloqueos y ataques durante un partido. Los jugadores de baloncesto necesitan saltos verticales para coger rebotes, bloquear tiros y tirar por encima de los defensores. Aunque se podría suponer que se necesitan gimnasios con equipos de última generación para mejorar el salto vertical, hay muchos ejercicios que se pueden hacer en casa para aumentar la altura del salto.

Configuración de la zona de medición.

Busca una pared que puedas marcar con tiza o bolígrafo. Esta pared se utilizará como zona de medición para que pueda probar su salto vertical.

Coloca tiza en los dedos de una de tus manos. Ponte cerca de la pared con la mano que tiene la tiza contra la pared.

Alcanza y presiona tu brazo contra la pared. Mantenga los dedos completamente extendidos y trate de presionar todo el lado de su cuerpo contra la pared.

Roza con los dedos la pared para dejar una marca de tiza.

Marca la tiza en su punto más alto con un bolígrafo, un lápiz o una cinta adhesiva.

Vuelva a la misma posición, pero sin extender el brazo. Realiza un salto y mientras saltas, estira la tiza y toca la pared.

Mide la distancia entre las dos marcas. Este será su salto vertical inicial.

Ejercicios para mejorar el salto vertical: Salto en cuclillas

Póngase de pie con los pies separados a la anchura de los hombros. La posición de las manos no es importante, pero colocarlas detrás de la cabeza es la variante más difícil.

Ponte en cuclillas como si estuvieras sentado en una silla. Baje hasta que los muslos estén paralelos al suelo.

Levántate de forma explosiva. Levántate del suelo empujando las piernas e impulsándote hacia arriba.

Saltos doblados

Póngase de pie con los pies separados a la anchura de los hombros. Lleva una pierna hacia delante y dobla la rodilla. Baje hasta que el muslo esté paralelo al suelo.

Sube de forma explosiva y levántate del suelo. Mientras estás en el aire, mezcla las piernas de manera que cuando aterrices, la pierna contraria esté ahora delante.

Flexiona rápidamente y repite la secuencia alternada tantas veces como piernas tengas.

Saltos de caja o de escalón

Colóquese frente a una caja o escalera sólida. Debes afrontarlo.

Baja como si estuvieras sentado en una silla y luego empuja explosivamente las rodillas hacia arriba.

Aterriza suavemente en la escalera o caja y baja para repetir.

Consejos

Añade pesos ligeros a medida que vayas progresando. Sujeta una en cada mano mientras haces los saltos. Asegúrate de dar un día de descanso entre estos ejercicios y cada quince días puedes plantearte cambiarlos. Mide tus progresos saltando a la zona de medición cada quince días y comprende que los resultados variarán en función de tu nivel inicial.

Advertencias

Cuando bajes las escaleras, asegúrate de que cada escalón es al menos más largo que tu pie y que hay soportes a los que agarrarse. Es posible que quieras considerar el uso de un observador.

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