Atrás quedaron los días en los que la palabra flaca dominaba el mundo. Para conseguir los glúteos y los muslos que siempre has soñado, tendrás que hacer algunos pequeños cambios en tu estilo de vida. Lo único que hay que hacer es combinar el trabajo muscular de los muslos y los glúteos con un cambio en la dieta. Aunque te dé miedo hacerlo, cuando te mires al espejo dentro de ocho semanas, te alegrarás de haber hecho el esfuerzo.

Cambia tu dieta. Para construir más tejido muscular en los muslos y los glúteos, es necesario consumir más calorías de calidad. Deshazte de los alimentos procesados, los productos de grano refinado, las carnes grasas y la comida rápida. En cambio, alimenta tu cuerpo con frutas, verduras, carnes magras, pescado, cereales integrales, semillas, alimentos ricos en fibra y productos lácteos bajos en grasa. Estos ayudarán a construir un tejido muscular sano en lugar de crear depósitos de grasa.

Realiza cinco o seis comidas a lo largo del día. Tu cuerpo construye músculo todo el día y necesita combustible de forma constante. Si, en cambio, comes tres comidas grandes, te arriesgas a ganar peso en los lugares equivocados.

Realice ejercicios cardiovasculares dos veces por semana durante un máximo de 30 minutos. Los ejercicios cardiovasculares cortos aumentan tu metabolismo, lo que ayudará a tu cuerpo a construir tejido muscular. Sigue esta rutina y no te excedas. Muchos ejercicios de cardio provocan una pérdida de peso general en lugar de un aumento de peso.

Introduce algunas rutinas para los glúteos en tu entrenamiento. Por ejemplo, la sentadilla. Póngase de pie con las dos piernas separadas un pie. Dobla lentamente las rodillas y baja el cuerpo hasta que las rodillas estén completamente dobladas. Mantenga esta posición de tres a cinco segundos. Endereza las rodillas hasta que vuelvas a estar erguido. Repite 15 veces. Haz tres series cada día. Este ejercicio le ayudará a desarrollar y fortalecer los músculos de los glúteos. Este ejercicio también hace trabajar los músculos del cuádriceps en la parte superior de las piernas, por lo que es un gran ejercicio para los muslos y los glúteos.

Introduce ejercicios para la parte superior de las piernas en tu entrenamiento. Equilibra el trabajo entre todos los músculos de la parte superior de la pierna. Trabaja los isquiotibiales, los cuádriceps, los abductores (exterior de los muslos) y los aductores (interior de los muslos). No preste demasiada atención a un solo músculo de la pierna, ya que esto puede provocar un desequilibrio muscular. Por ejemplo, el secuestro en decúbito prono. Esto hace trabajar los músculos de la parte interna de los muslos. Túmbate de lado con la cabeza apoyada en un brazo, el otro brazo en extensión sobre la cadera, las caderas apiladas y las piernas extendidas lejos del cuerpo. Levante suavemente la pierna superior de la inferior unos cinco centímetros. Levante la pierna superior de nuevo hasta que las dos piernas formen un ángulo de 45 grados. Baja y sube lentamente la pierna superior sin hacer contacto con la inferior. Repite 15 veces. Piernas alternas. Haz cinco series cada día. Esto fortalecerá tus muslos y los hará más firmes.

Bebe mucha agua. El tejido muscular es un 75% de agua. Por ello, no es de extrañar que necesites beber más agua. Además, los niveles de hidratación más altos mejoran tus niveles de energía, que necesitarás para tus ejercicios de cardio.

Advertencias

Consulte a su médico siempre que considere la posibilidad de realizar cambios en su dieta y niveles de ejercicio.

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