Los cabestrillos para brazos se utilizan generalmente para inmovilizar, sostener y proteger el brazo o el hombro después de una lesión en el hombro, el brazo, el antebrazo o la muñeca. Los arneses se pueden comprar en diferentes formas y tejidos, pero es relativamente fácil hacer un arnés temporal en forma de triángulo con un trozo de tela cuadrado o rectangular. Las heridas siempre deben ser tratadas y entablilladas, si es necesario, antes de intentar colocar un arnés.

Busca un cuadrado de tela adecuado. Si no tienes un trozo de tela lo suficientemente grande, improvisa con una funda de almohada, una sábana, un pañuelo o una toalla. Incluso puedes utilizar una camisa o un abrigo.

Dobla un cuadrado de tela por la mitad para formar un triángulo. También puede cortar un trozo de tela rectangular en un cuadrado antes de doblarlo, o cortar la tela en un triángulo que no requiera ser doblado.

Pida al paciente que apoye su brazo lesionado de forma que el antebrazo esté más o menos horizontal. Deslice una mitad del triángulo hacia arriba y por detrás del brazo de la persona lesionada, de modo que el punto superior del triángulo (opuesto a la hipotenusa) esté en el codo y la muñeca esté en el centro del borde inferior del triángulo (la hipotenusa). Lleve el extremo libre del mismo lado del triángulo sobre el hombro opuesto al brazo lesionado y alrededor del cuello hacia el brazo lesionado.

Lleva el otro extremo libre del triángulo hacia arriba para que se encuentre con el primer extremo libre y ata los dos extremos juntos en el lado del cuello (el más cercano al brazo lesionado). El cabestrillo debe envolver el brazo lesionado con el codo en ángulo recto y la mano ligeramente más alta que el codo.

Enrolle o envuelva la tela suelta detrás del codo para formar un bolsillo que cubra y sostenga el codo. Asegura la tela con un imperdible o doblándola.

Advertencias

Consultar inmediatamente a un profesional de la salud en caso de dislocación, fractura(s) ósea(s) o hemorragia grave.

No intente realinear un miembro lesionado a menos que la piel esté pálida o azulada o no haya pulso.

Afloje o ajuste el vendaje si la piel de la persona se vuelve fría, pálida o azul, o si el paciente se queja de entumecimiento u hormigueo. Esto puede ser un signo de presión nerviosa o de pérdida de circulación.

Esta información no pretende sustituir el asesoramiento o el tratamiento médico profesional.

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