Lavar regularmente el silbato de su árbitro lo mantendrá en buen estado de funcionamiento y evitará la transmisión de bacterias dañinas. Con el tiempo, la saliva seca puede acumularse en el interior de su silbato, afectando al flujo de aire en su silbato y, por tanto, al sonido que produce. La forma de limpiar el silbato del árbitro depende de si el silbato es de metal o de plástico.

Limpieza del silbato

Un silbato de metal puede limpiarse sumergiéndolo en una olla con agua hirviendo y una cucharadita de bicarbonato de sodio durante menos de 60 segundos. Sin embargo, si su silbato es de plástico, hervirlo puede dañarlo. En su lugar, sumerja el silbato en un recipiente con enjuague bucal antiséptico durante 30 a 60 minutos, luego enjuáguelo con agua fría y déjelo secar completamente. Los silbatos de metal y plástico también pueden limpiarse sumergiéndolos en una combinación de agua caliente y bicarbonato de sodio. Si su silbato tiene un guisante, limpiarlo con agua y bicarbonato justo antes de usarlo permitirá que el silbato produzca un mejor sonido, ya que el guisante estará húmedo y limpio. Una vez que su silbato de metal o plástico esté limpio, guárdelo en el congelador cuando no lo utilice para evitar la acumulación de bacterias.

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