La hernia de hiato es una afección en la que parte del estómago se desliza hacia el esófago debido al estiramiento o desgarro de los músculos del diafragma. Puede causar molestias y a menudo se asocia con el reflujo ácido. En los casos graves, puede ser necesaria la cirugía, pero los cambios en el estilo de vida y el ejercicio suelen ser todo lo que se necesita para aliviar.

Perder peso

Błażej Łyjak/iStock/Getty Images

El sobrepeso es un factor de desarrollo de una hernia de hiato. La grasa de la cavidad abdominal presiona el estómago hacia arriba y hacia el diafragma. La mala postura y la falta de tono muscular también son factores. Cambiar la dieta para incluir más frutas y verduras frescas, cereales integrales y agua filtrada puede ayudar a aliviar los síntomas, especialmente los relacionados con los problemas de reflujo ácido. Este tipo de dieta, combinada con un aumento del ejercicio, le ayudará a perder la grasa que puede crecer en su estómago.

Ejercicio

Błażej Łyjak/iStock/Getty Images

Hay ciertos ejercicios que le ayudarán a aliviar los síntomas, quizás para siempre. Una de esas actividades es simplemente caminar. Caminar a paso ligero, con una buena postura y manteniendo los músculos abdominales, puede ayudar realmente a aliviar la presión que se siente en el pecho. Al ponerse de pie y rebotar ligeramente, el estómago puede volver a su sitio. Caminar también alivia el estrés, lo que reduce la producción de ácido estomacal y evita que el estómago se contraiga. El estrés es un factor que contribuye a la hernia de hiato. Cualquier ejercicio abdominal, como las sentadillas, ayudará a fortalecer los músculos de la zona si se hace con moderación. No haga abdominales extremos, ya que una fuerza excesiva puede empeorar su condición. Tómatelo con calma, buscando resultados graduales. El yoga y el pilates pueden ser beneficiosos, ya que tienen como objetivo fortalecer todo el cuerpo, especialmente los músculos centrales.

Para obtener un alivio inmediato si tienes síntomas dolorosos, puedes probar una de estas dos cosas, según el Dr. Ben Kim (drbenking.com). El primer remedio es tumbarse boca arriba y relajarse. Coloque la mano bajo el esternón y masajee ligeramente hacia abajo durante unos centímetros. Hazlo dos veces al día. Antes de levantarte y después de acostarte son buenos momentos porque ya estás acostado y relajado. Otra cosa que se puede probar es un poco más agresiva. Bebe un vaso de agua y ponte en una superficie elevada, como un escalón o una escalera de mano. Salta hacia abajo. Como el agua añade peso a tu estómago, el impacto de saltar desde el escalón puede ayudar a que tu estómago se asiente.

Hacer ejercicios para fortalecer la zona abdominal, adoptar una buena postura y perder peso puede ayudar a aliviar definitivamente los síntomas dolorosos.

Deja una respuesta