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La natación es la tercera actividad deportiva más popular en Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, pero es algo más que una forma divertida de mantenerse fresco en verano. La terapia acuática tiene muchos beneficios para la salud física y mental de personas de todas las edades, desde los jóvenes hasta los mayores. Si busca un ejercicio de bajo impacto en un entorno controlado para tratar y prevenir problemas de salud dolorosos, la natación puede ser para usted.

Beneficios generales

La natación puede ayudar a mejorar la flexibilidad, la fuerza, la circulación y la capacidad pulmonar. Cuando se hace ejercicio en el agua, el 90 por ciento del cuerpo flota, lo que quita presión a las articulaciones, según la Asociación de Fitness Acuático de Estados Unidos. El agua también ofrece hasta 14 veces más resistencia que la tierra cuando se hace ejercicio y ayuda a dispersar el calor corporal para evitar el sobrecalentamiento. Muchos médicos y fisioterapeutas recomiendan la natación a sus pacientes en caso de afecciones médicas y después de una operación. Esto es especialmente útil si utiliza una silla de ruedas, muletas o aparatos ortopédicos en tierra, ya que a menudo no son necesarios cuando está en la piscina.

Artritis y fibromialgia

La flotabilidad del agua ayuda a las articulaciones al tiempo que fomenta una gama completa y libre de movimientos. Las piscinas climatizadas son especialmente útiles para los pacientes con artritis y fibromialgia, ya que el calor ayuda a relajar los músculos y a reducir el dolor y la rigidez. El agua caliente también provoca la dilatación de los vasos sanguíneos y aumenta la circulación. Las personas con artritis reumatoide muestran una mayor mejora de la sensibilidad articular y de la amplitud de movimiento de la rodilla con la hidroterapia que con otras formas de ejercicio. Los beneficios para la salud de las articulaciones dolorosas son duraderos, según un estudio de 2002 publicado en el Scandinavian Journal of Rheumatology, que descubrió que los pacientes con fibromialgia seguían mostrando mejoras en los síntomas y la función física y social hasta 24 meses después de un programa de hidroterapia.

Problemas de espalda

Investigadores finlandeses que revisan los estudios sobre los efectos de la natación terapéutica han descubierto que puede ser una terapia eficaz para el dolor de espalda. Sus resultados, publicados en “Clinical Rehabilitation” en enero de 2009, mostraron que la natación era potencialmente beneficiosa para los pacientes con lumbalgia crónica general y lumbalgia relacionada con el embarazo. Otro estudio brasileño, publicado en 2005 en la revista “Revista Brasileira de Medicina do Esporte”, demostró que la natación podía contribuir a la rehabilitación de pacientes con lesiones medulares al mejorar su capacidad para lavarse y vestirse por sí mismos y recuperar parte de la fuerza muscular y las habilidades motoras.

Enfermedades del corazón

El entrenamiento con agua caliente mejora la capacidad de ejercicio y la función muscular en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica, sin efectos cardiovasculares adversos, según un estudio publicado en el European Journal of Heart Failure en 2003. Los investigadores suecos descubrieron que los pacientes con insuficiencia cardíaca crónica también mejoraban su resistencia muscular al realizar extensiones de rodilla y elevaciones de talón y tenían mayor flexibilidad de hombros que los no nadadores. Como las enfermedades del corazón son imprevisibles y cada caso es diferente, consulte a su médico antes de empezar un régimen de natación terapéutica si tiene una enfermedad del corazón.

Neuropatía periférica

Las personas con diabetes suelen padecer neuropatía, o daño nervioso, en las extremidades, con síntomas como dolor, hormigueo, entumecimiento y pérdida de sensibilidad en manos, brazos, pies y piernas. Un grupo de científicos turcos estudió ratas de laboratorio con neuropatía periférica diabética para investigar los efectos protectores y terapéuticos de la natación. Su investigación, publicada en el Journal of Endocrinology Investigations en 2008, demostró que la terapia de natación fomentaba la pérdida del exceso de peso corporal, que es un factor que contribuye a la diabetes, y también ayudaba a restaurar la actividad muscular y nerviosa y las habilidades motoras.

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