Para lanzar un disco de forma correcta y segura, hay que conocer una técnica especial de lanzamiento que consiste en girar el cuerpo varias veces y soltar un objeto parecido a un plato en el aire desde la mano. El lanzamiento de disco implica a todos los músculos del cuerpo, desde los pies hasta los hombros y el tronco. Inicialmente, la preparación para el lanzamiento de disco requiere el uso de los músculos de la parte inferior del cuerpo para tomar impulso. Los músculos rotadores de la cadera ayudan a rotar el cuerpo con fuerza, al igual que el cuádriceps, los isquiotibiales, el gastrocnemio y el tibial anterior. Los músculos pectorales, del brazo y del hombro completan el lanzamiento del disco, y los ligamentos de la mano y la muñeca absorben la energía de estos músculos para soltar el disco con la mayor fuerza posible.

Lesión del labrum glenoideo

El labrum glenoideo (GL) es una pieza circular de fibra de tejido unida al borde de la glenoides, una pequeña depresión en la escápula que permite colocar el húmero. Los ligamentos glenohumerales se tensan a menudo por los lanzamientos repetitivos por encima de la cabeza, como el lanzamiento de disco. Los desgarros de los ligamentos glenohumerales son superiores o inferiores, dependiendo de si la lesión se ha producido en la parte superior o inferior de la cavidad glenoidea. Los síntomas de una rotura del ligamento colateral medial incluyen dolor inespecífico en el hombro, debilidad en la región del hombro e inestabilidad general del hombro. Se recomiendan las compresas de hielo, el reposo y los ejercicios de fortalecimiento para la recuperación completa de una lesión del labrum glenoideo.

Lesión del manguito de los rotadores

El manguito de los rotadores es un grupo de cuatro músculos que forman la zona que rodea el omóplato. Se encarga de estabilizar las articulaciones del hombro y de facilitar las acciones de rotación. Los músculos del manguito de los rotadores son vulnerables a diversas lesiones, como desgarros y tendinitis. Los lanzadores de disco habituales pueden sufrir un uso excesivo de estos ligamentos y músculos, lo que provoca dolor al utilizar el hombro para lanzar el disco. Las tendinitis que no se tratan adecuadamente pueden acabar convirtiéndose en roturas graves que requieren mucho reposo y rehabilitación. Sin embargo, cuando se tratan inmediatamente, la mayoría de las lesiones del manguito de los rotadores se curan solas.

Rotura del labrum de la cadera

El labrum es una pieza redonda de cartílago que recubre la cavidad de la cadera donde se encuentra el hueso del muslo. Su función es apoyar y amortiguar la articulación. Los desgarros se producen con frecuencia en deportistas que ejercen una presión repetitiva sobre la articulación de la cadera o que realizan movimientos de torsión con ella. Los lanzadores de disco pueden experimentar dolor en la ingle o en la cadera, rigidez y sonidos de chasquido al mover la cadera. Es posible que los síntomas de una rotura del labrum no aparezcan inmediatamente después de la lesión, sino que empeoren gradualmente durante un periodo de tiempo. La única forma de diagnosticar con precisión una rotura del labrum es realizar una resonancia magnética de la articulación de la cadera. El tratamiento suele requerir una cirugía menor.

Esguinces de tobillo

Como el lanzador de disco gira varias veces antes de lanzar el disco, los esguinces de tobillo son comunes debido a una mala técnica y a una posición anormal del tobillo. Los ligamentos que componen la articulación del tobillo se rompen o se estiran en un esguince de tobillo. A veces, se produce un sonido de chasquido o de estallido, seguido rápidamente de hinchazón y dolor. Existen tres tipos de esguinces de tobillo, todos los cuales puede sufrir un lanzador de disco en cualquier momento. El tratamiento de los esguinces de tobillo de leves a moderados consiste en reposo, hielo, compresión y elevación, lo que se conoce comúnmente como RICE. Envolver el tobillo con un vendaje deportivo también puede aliviar el dolor. Los esguinces de tobillo más graves pueden requerir cirugía y ejercicios de rehabilitación, dependiendo de la localización y el alcance del desgarro.

Deja una respuesta