Aunque las prácticas de yoga pueden ser una terapia para el dolor de cuello y otras molestias, algunos estudiantes se lesionan en lugar de curarse como resultado de sus esfuerzos. Según Timothy McCall, especialista en medicina interna, casi 5.000 personas en Estados Unidos acudieron a urgencias en 2006 por una lesión relacionada con el yoga. En un artículo publicado en el Yoga Journal, McCall identifica las causas más comunes de las lesiones relacionadas con el yoga, como el sobreesfuerzo, la mala forma, la falta de atención del profesor o la formación inadecuada de éste.

Bikram Yoga

Bikram Choudhury seleccionó la secuencia de 26 posturas y dos ejercicios de respiración conocida como Bikram yoga de la antigua práctica del hatha yoga y la registró en 2002. Describe la práctica como una forma de mantener una salud óptima y maximizar la función. Choudhury exige que las clases de Bikram yoga se impartan en estudios calefactados a 105 grados. Dice que esta temperatura calienta el cuerpo para mejorar la flexibilidad y promover la sudoración, un mecanismo natural para eliminar toxinas.

Dolor de cuello

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Julie Gudmestad, fisioterapeuta licenciada y profesora certificada de yoga Iyengar, considera que la tensión crónica del cuello es una epidemia moderna. En un artículo publicado en Yoga Journal, explica que la realización segura de las posturas que pueden aliviar el dolor de cuello requiere una alineación correcta de la cabeza, el cuello y los hombros, y una fuerza adecuada. Tal y como se describe en los Yoga Sutras de Patanjali, una práctica de yoga saludable incorpora el concepto de ahimsa, un principio moral que se traduce en sánscrito como no violencia o no daño.

Precauciones que hay que tomar

Aunque los seguidores de Choudhury dan fe de las proezas atléticas y la limpieza interna del Bikram yoga, otros dicen que el estilo es arriesgado, incluso peligroso. Un perfil de Choudhury publicado en 2011 en la revista Details cita a profesionales de la salud que advierten que el calor puede aumentar el riesgo de desgarros de cartílago, estrés cardíaco, golpe de calor y deshidratación. Otros estilos, como el yoga Iyengar y el viniyoga, no requieren una sala caliente para su práctica y se centran en las adaptaciones individuales.

Recomendaciones

El sonido que zumba en tu mente y resuena en tu cuerpo después de una práctica de yoga debería sonar algo así como om – no ouch. McCall aconseja a los estudiantes de yoga que busquen una clase con atención personal y comentarios útiles, ya sea un grupo pequeño, una clase semiprivada o privada. Un profesor atento llega a conocer a cada estudiante, sus limitaciones y desafíos, y sugiere modificaciones según sea necesario. Consulte a un médico para encontrar una práctica de yoga terapéutico que se ajuste a sus necesidades individuales.

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