Un lance es un movimiento rápido que posiciona la pelota de voleibol para un tiro. La facilidad con la que los colocadores ponen el balón en el aire es engañosa. Colocar correctamente una pelota de voleibol es la habilidad más difícil de aprender en el voleibol. La capacidad de colocar el balón con precisión donde debe estar, una y otra vez, es una habilidad que se aprende con la práctica continua. Sin embargo, la práctica por sí sola no será beneficiosa si se carece de una técnica correcta.

Posición de la mano

Junta las manos por encima de la cabeza.

Dirige las palmas de las manos hacia el techo, tocando las puntas de los dedos.

Forma un triángulo con los pulgares y los índices, abriendo el resto de las manos.

Separar las manos para que quepa una pelota de voleibol en el bolsillo.

Postura del colocador

Coloca los pies separados a la anchura de los hombros para mejorar el equilibrio.

Dobla ligeramente las rodillas.

Coloca un pie ligeramente detrás del otro.

Coloca los codos a un lado y las manos en la frente.

Contacto con el balón

Relaja las manos mientras la pelota cae dentro.

Extiende los brazos y las muñecas, empujando la pelota hacia arriba inmediatamente después de que toque la punta de los dedos.

Continúa con la extensión completa del brazo mientras se suelta la pelota.

Consejos

Mira la pelota después de ponerla en el suelo. Si gira, es que no se está golpeando limpiamente. Ralentiza tu movimiento de putt, lo que te permite tener más dedos en la bola para un mejor control y menos efecto.

Advertencias

Evita que te llamen para “levantarte”. Esto es ilegal y ocurre cuando el balón se detiene brevemente en la punta de los dedos antes de fijarlo.

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