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Nadar con un chaleco salvavidas es ideal para quienes están aprendiendo a nadar o para quienes nadan en lagos, océanos y ríos, ya que nadar en estas zonas puede ser más peligroso que nadar en una piscina. Un chaleco salvavidas puede protegerle de las olas y de las corrientes rápidas, así como mantenerle a salvo si se cansa. Debido al volumen de un chaleco salvavidas, debe asegurarse de que se ajusta correctamente antes de intentar nadar. Al nadar con un chaleco salvavidas, puedes elegir entre usar los brazos, las piernas o ambos.

Compruebe que su chaleco salvavidas se ajusta correctamente. Un chaleco salvavidas mal ajustado no será eficaz para mantenerte seguro en el agua. Ponte el chaleco salvavidas. Cierre todas las cremalleras, broches de presión, cierres y correas para que el chaleco salvavidas se ajuste correctamente. Métete hasta el cuello en el agua. Levanta las piernas e inclina la cabeza hacia el agua. Tu boca no debe estar en el agua y debes flotar sin esforzarte. Si el chaleco salvavidas se te sube, debes apretar las correas y los broches.

Patea tus piernas. Extiende las piernas completamente mientras las mantienes bajo el agua. Patada arriba y abajo. Patalea lentamente para moverte por el agua a un ritmo lento y constante. Para moverse rápidamente por el agua, patea a un ritmo más rápido. La patada debe ser suficiente para impulsarte en el agua sin usar los brazos.

Usa tus brazos. Si tus piernas están cansadas o necesitas un empujón extra para atravesar el agua, utiliza los brazos cuando nades con un chaleco salvavidas. Mantén los brazos extendidos frente a ti en el agua. Estira lentamente los brazos hacia los lados formando un gran semicírculo. Repite el ejercicio.

Consejos

Si estás cansado, deja de nadar y flota en el agua.

Advertencias

Por su seguridad, no se bañe nunca solo ni en una playa vigilada.

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