Después de un largo día de trabajo, la espalda puede estar rígida y a menudo dolorida. Un quiropráctico puede ayudar, pero la cita suele ser cara y no siempre la cubre el seguro. Por lo tanto, es posible que desee aprender algunas técnicas para agrietar la espalda por su cuenta. Esto puede ayudar a aliviar parte de la rigidez y el dolor de espalda.

Ponte de pie y levanta las manos por encima de la cabeza, agarrando el brazo contrario por el codo. Empuja el pecho hacia delante e inclínate hacia atrás. Esto libera toda la espalda y estira los músculos.

Siéntese en una silla y mantenga la parte inferior del cuerpo perfectamente inmóvil. Mantén los pies en el suelo. Date la vuelta por detrás e intenta agarrarte al respaldo de la silla. Gira hacia el otro lado para romper el resto de la espalda.

Ponte de pie y cruza los brazos delante del pecho como si te estuvieras abrazando. Extiende cada brazo hacia el hombro contrario. Intenta acercar los dedos a los omóplatos hasta que no puedas más. Deberías sentir el crujido de la parte superior de la espalda.

Túmbate en el suelo de forma que tu espalda quede apoyada en el suelo. Coloca las manos detrás de la cabeza. Tensa los músculos de las piernas e inhala y exhala profundamente. El mero hecho de soltar la respiración puede hacer saltar la espalda.

Advertencias

Una torsión excesiva al realizar cualquiera de estos pasos puede provocar mayores problemas de espalda. Si no está físicamente en forma, debe ponerse en contacto con su quiropráctico antes de intentar romper su propia espalda.

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